María Marín -Podemos-, Joaquín Segado -PP-, Cristina Moreno -moderadora-, Francisco Lucas -PSOE-, Francisco Álvarez -Ciudadanos- y Juan José Liarte -Vox- en la conferencia "El futuro del Estatuto de Autonomía: vigencia y reforma", sito en el Museo Arqueológico de Murcia; 09-11-2022 (fuente: propia)
Uno todavía carece de colmillo retorcido y pensamiento mayormente pesimista en ésto de la (ciencia) política. He seguido siendo crédulo con respecto a las intenciones de algunos de los representantes de la soberanía regional murciana. Y así me ha ido.
El pasado miércoles 9 de noviembre, hubo una conferencia enmarcada en el congreso "40 años de Autonomía en la Región de Murcia" -8, 9 y 10 de noviembre- titulada "El futuro del Estatuto de Autonomía: vigencia y reforma", la cual estuvo mal protagonizada por cinco personas de los principales partidos políticos de la Región de Murcia (Francisco Lucas, PSOE; Joaquín Segado, PP; Francisco Álvarez, Ciudadanos; y María Marín, Podemos). Moderada por la doctora y profesora de Ciencia Política, Cristina Moreno -quien sostuvo una envidiable esperanza hasta el final por que se sacara algo provechoso de allí-, el acto se caricaturizó desde bien pronto debido a la escandalosa negativa de todos los ponentes por ceñirse al tema que durante esas dos horas -de 17:00 a 18:45- tocaba en el salón de actos del Museo Arqueológico de Murcia. Se dedicaron, para desgracia de los presentes, a vomitar su propaganda partidista contra los demás, como si de una sesión parlamentaria en Paseo Alfonso XIII se tratase. De verdad, con lo que cuesta organizar un congreso sobre política en la Región -y, más importante, que a la gente le interese-, ¿no podrían haber cambiado un poco el discurso, aunque por una vez fuera en la vida? En líneas generales, la verdad es que, hablando un poco en román paladino, el congreso estuvo de puta madre y uno disfruta como nunca cuando le gusta la politología y puede asistir a eventos de tan largo alcance como el de la pasada semana. Ahora bien, ese día los políticos no pusieron de su parte. O, peor, no les dio la gana de poner. En aquel teatro, me vino a la cabeza una de las citas más célebres del exsecretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, quien una vez dijo algo así como: "Espero que tengan las preguntas adecuadas para mis respuestas". Pues ésto fue un poco así. Cada uno fue a hablar de su libro y la conferencia no fue más que una vía -con una proyección mayor que otra cualquiera frente a los medios de comunicación- usada de manera torticera para confundir el asunto que incumbía. Bien, ahora vayamos haciendo el 1 por 1 de estos politicastros:
EL DEL PSOE. Una enunciación de Primaria en su intervención primera -verbalizó de tal forma que parecía que hasta se lo creía, cosa que tampoco era muy complicada-, donde se dedicó a allanar el terreno de sus rivales derechistas aduciendo al transfuguismo. Es, casi con toda probabilidad, la única persona que nombra al trasvase Tajo-Segura como "trasvase Tajo y Segura". Dijo no sé qué de que los murcianos ahora son llamados como "ciudadanos de la Región de Murcia" -soberana gilipollez-. Qué mal jugó sus cartas. Una afirmación que dijo y que me pareció respetable, que López Miras lleva seis años de presidente y todavía no ha ganado unas elecciones.
EL DEL PP. Fue a lo seguro. Recalcó que el estatuto del 82 tiene el mérito de ser, en parte, el gran culpable del crecimiento económico y social en la Región. Culpa el hecho de que no se aprobara definitivamente la reforma del Estatuto de Autonomía a las cincuenta enmiendas que, según él, propusieron algunos partidos asociados al Gobierno de España, como ERC o Bildu. Estuvo de colegueo con su compañero de Vox, aquel que fue expulsado y luego readmitieron.
EL DE CIUDADANOS. El más grave. Calificó a los representantes del PSOE de cínicos. Sobre el Consejo de Transparencia afirmó -y, al mismo tiempo, frenó en sus palabras- que "estaba un poco condicionado... condicionado. Vamos a dejarlo ahí".
EL DE VOX. Empezó a aburrirse y tiró por hacer una amplia exposición de Derecho Constitucional y, entremedias, se estiló por hacer variadas bromas que tuvieron algún seguimiento en el público. Esclavo de su partido -por mucho que le duela-, la simplificación y la estricta dirección de su mensajes fueron, una vez más, su seña de identidad.
LA DE PODEMOS. Estuvo todo el tiempo con una incómoda sonrisa. Me estaba dando miedo. Hizo hincapié en los "siete tránsfugas que inclinan la balanza en favor del PP", los cuales gobiernan Murcia de manera "despótica". Recordó el episodio de anoxia sufrido en el Mar Menor en agosto de 2021. Expuso una de las proclamas estrella de su partido, convertir la mayor laguna salada de Europa en parque regional. Espetó que solamente su partido se quejó en el Congreso de los Diputados -donde el estatuto empezó a dar problemas- de la no reforma.
Son trileros, son mentirosos, son estirados, les gusta poner su lado bueno en lustrosas fotografías y cámaras de televisión; pero cuando llega la hora de la verdad no llegan a rellenar ni tres renglones. Y si, como se demostró con creces el otro día, no quisieron hablar sobre el futuro del Estatuto de la Región de Murcia es porque, sencillamente, no tienen ni puta idea de qué hacer o proponer. Vergüenza.
Alfonso G. Mengual |
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